Tavanir, la compañía eléctrica de Irán, continúa cerrando las operaciones no autorizadas de granjas mineras de Bitcoin y criptomonedas, según informes atribuidos a fuentes locales.
Financial Tribune indica que las autoridades han cerrado hasta ahora más de 5.300 granjas mineras durante todo el año, además de haber confiscado 216,758 piezas de hardware. Esto a pesar de los propios anuncios de Tavanir de levantar las restricciones mineras el 22 de septiembre, como informamos en CriptoNoticias.
Estas piezas podrían incluir no solo equipos de minería, como ASIC o tarjetas GPU, sino también discos duros, servidores y cualquier otra unidad de hardware utilizada en esta actividad.
Hasta el momento, CriptoNoticias no ha tenido acceso al informe oficial de Tavanir, que la agencia local de noticias ISNA habría revisado originalmente, según el Financial Tribune. Sin embargo, estas acciones sugieren que las autoridades iraníes continúan manteniendo políticas restrictivas contra las operaciones mineras de Bitcoin que no están debidamente registradas ante los organismos competentes.
El principal objetivo del cierre de estas granjas mineras es evitar los apagones eléctricos que ocasionarían al operar de manera no autorizada. Las autoridades representantes de Tavanir afirmaron que el consumo eléctrico de estas fincas es equivalente al de 800.000 hogares iraníes, para unos 2 millones de personas.
Sin embargo, el Ministerio de Industrias, Minería y Comercio de Irán habría descartado esta cifra por exagerada, según otro informe del Financial Tribune del 29 de agosto.
Originalmente, la prohibición de la minería de criptomonedas en Irán había sido declarada en mayo por el Ministerio de Industrias, Minería y Comercio de Irán, lo que provocó algunas redadas durante junio. A fines de junio, el gobierno volvió a autorizar a 30 fincas mineras a continuar sus operaciones, pero nuevamente prohibió la actividad.
Desde al menos 2018, Irán ha sido un destino de interés para Bitcoin y otros mineros de criptomonedas, especialmente de China. Eso lo colocó, para abril de 2021, antes de las prohibiciones en China, en el cuarto lugar de concentración geográfica de la tasa de hash, aunque se desconoce cómo habrán afectado las incautaciones a la potencia informática del país.
Las prohibiciones mineras en China fueron seguidas de restricciones en Irán, lo que provocó la mayor migración de mineros a otras regiones asiáticas como Kazajstán.
Con la variabilidad de las políticas iraníes hacia la minería de criptomonedas, es difícil para los mineros reconsiderar este país como su base de operaciones. Esto se debe a que cada suspensión imprevista de la actividad minera cuesta millones a las empresas dedicadas a esta actividad. Irán debe demostrar una mayor continuidad en sus políticas para que, combinado con los bajos costos de la electricidad, se conciba como un territorio atractivo para la minería de bitcoins.